La tradición hoy no es lo que era antes, todos lo sabemos. Pero hay tradiciones que nunca murieron, especialmente cuando se trata del matrimonio. De hecho, el matrimonio sigue siendo uno de los eventos que más engloba rituales y tradiciones, aunque el significado de cada uno ha cambiado a lo largo de los años. La ceremonia nupcial, con la presencia del novio y la novia, nació en la antigua Roma, antes de que la novia ni siquiera tuviera que asistir al evento. Fue en ese momento que comenzó una de las traducciones actuales de la boda de la novia: la de vestirse especialmente para la ceremonia, como derecho a flores blancas que significaban felicidad, y espinas para arreglar el peinado, que servía para ahuyentar a los malos espíritus. El ramo de la novia, por ejemplo, se hizo común en la época medieval, cuando las novias se dirigían a pie a la iglesia con flores, hierbas y especias para traer suerte y felicidad. El primer baño generalmente se tomaba en mayo y las bodas estaban programadas para esa época. Por esta razón, el mes de mayo fue considerado el mes de las novias. Sea cual sea el origen, lo cierto es que poco a poco el ramo de la novia se ha convertido en una de las tradiciones nupciales más habituales, y ahora es imprescindible en el look de la novia.
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