Se acabo el verano y, con él, termina también la temporada de bodas. Aunque las cosas empiezan a cambiar y cada vez más parejas se deciden por darle un toque de originalidad al gran día y celebrar sus bodas en invierno.
Últimamente las fechas más frías del año están cogiendo peso en las celebraciones nupciales, consiguiendo que muchos novios se decidan por los meses de invierno para sellar su amor rodeados de las personas a las que más quieren.
Bodas, invierno, frío, quizá a priori no te parezca la mejor combinación, pero esto es como viajar en temporada baja. Si celebras tu boda fuera de las fechas habituales que normalmente van de marzo a octubre- vas a encontrarte con precios mucho más competitivos.
Si sabes perfectamente el lugar en el que quieres casarte es mucho más fácil que encuentres hueco si eres de los que opta por casarse en invierno. Es más, es probable que puedas elegir fecha sin los problemas que se encuentran quienes celebran su boda en primavera o verano.
Lo bueno de casarse en invierno es que será mucho más sencillo que la agenda de tus invitados esté más liberada. Seguramente no tendrán grandes viajes planeados como sí sucede en verano ni la competencia de otras celebraciones.
Con las bodas en invierno las cuestiones decorativas cambian y se abre un sinfín de posibilidades que te va a encantar una vez empieces a investigar. Jugar con los elementos de la naturaleza, como el acebo si la boda es cercana a la Navidad, o con una decoración inspirada en la nieve, hará de la celebración de una boda en diciembre o enero algo realmente original.
El clima del invierno es mucho más propicio a menús de boda más elaborados, contundentes y con productos de temporada. Podrás incluso ofrecer a tus invitados alguna crema o puré además de innumerables platos calientes, impensables en una boda en agosto.
Uno de los detalles que no se te puede escapar es la decoración del lugar dónde celebres tú boda, es fundamental que consigas adaptarlo a tus gustos y a la estacionalidad del año.
Las mesas es el lugar dónde tus invitados van a pasar una buena parte del tiempo, por eso es importante conseguir que sean acogedoras. Decóralas con flores en tonos fríos, alguna que otra rama nevada para recrear el frío o luces led que aporten luz y a su vez den un toque más moderno.
Esta época del año se caracteriza por los paisajes con nieves o los árboles sin hojas, por esta razón para la decoración debes apostar por unos colores grises, blancos o marrones, que acompañados de plateados o dorados consigan transmitir la elegancia y paz que se respira en estos meses.
Si quieres aportar algún tono con mayor vivacidad deberás decantarte por los rojos, verdes o azules.
A la hora de preparar detalles para los invitados, ten en cuenta que es una época fría por lo que si decides poner cestas con mantitas personalizadas de la boda, será un detalle que valorarán mucho. También puedes escoger un sitio que tenga chimeneas para crear ese ambiente acogedor.
Optar por utilizar flores de temporada acompañadas con nieve puede ser un toque especial que marque la diferencia.
El frío a veces puede ser un impedimento, así que apuesta por ofrecer a tus invitados bebidas calientes cómo chocolate, para que les haga mantener el calor en todo momento. Esto acompañado de las mantitas hará que nadie pase frío en ningún momento, etc.
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