Todos los que tienen una cámara sueñan con grabar algún día una boda, pero la realidad es que muchos de ellos fallan al hacerlo. Esto se puede deber a una pobre realización del vídeo, ya que sólo hay una oportunidad de conseguir el plano perfecto, y no hay posibilidad de repetir la toma como en otro tipo de vídeos. El cámara no sólo tiene que asegurarse de conseguir buenas imágenes, sino también de estar en el momento y el sitio adecuado para recoger los momentos más interesantes del día, que sirvan de recuerdo para los novios y para las generaciones posteriores.
Es imposible grabar cada uno de los momentos de una boda, y eso es algo que tus clientes tienen que entender. No aumentes sus expectativas prometiéndoles grabarlo todo. Hazles entender que lo que vas a grabar son los momentos más importantes, y esto incluye, sobre todo, la preparación, la ceremonia y la recepción. De hecho, los vídeos de boda suelen tener una duración de entre 45 minutos y hasta 3 horas, y con eso, como imaginarás, no es posible cubrir todo lo que sucede en ese día.
Una vez que tengas preparado todo tu equipo y lo hayas colocado en el lugar adecuado, es hora de poner las cámaras a grabar. Como operador de cámara, es básico que llegues antes que los protagonistas y los invitados al lugar, para que te dé tiempo a estudiar la localización, prepararlo todo, y tenerlo todo listo a la hora de empezar.
Antes de que comience la ceremonia, necesitarás hacer pruebas en el lugar por donde vayan a entrar y vayan a estar los novios. Lo ideal es estar en algún sitio detrás del altar, de manera que puedas conseguir buenos planos de su entrada. También es importante que hagas, mejor primero, algunas tomas detalladas de la decoración, del lugar, de los invitados, y demás, para que los puedas usar como recurso complementario.
Cuando los novios entren, grábalos en su trayecto por el pasillo. Si entran por separado, tal vez puedes grabarlos siguiéndolos para conseguir un efecto distinto y personal. Pero siempre puede ser buena idea colocarse en un lugar fijo, preparar un plano medio y grabarlos llegando y pasando por donde tú estás grabando.
La recepción, o el banquete, suele tener un carácter menos formal, con momentos divertidos que siempre merecen la pena. De la misma manera que con la ceremonia, es recomendable que sepas un poco sobre la organización de ésta, para que puedas prever y elegir los mejores lugares en donde colocarte y grabar. Asegúrate de coger todos esos momentos tan destacados, como la entrada de los novios en el salón, cuando cortan la tarta, el brindis, el baile y cuando la novia lanza el ramo. No te olvides tampoco aquí de conseguir distintos planos del evento, como de la tarta antes de que la corten, del libro de invitados, de las mesas, de las invitaciones, de la gente, o de cualquier otra cosa que te pueda ser útil y que creas que puede describir bien el momento.
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