Organizar tu boda mientras estás embarazada puede convertirse en toda una aventura, porque tendrás las emociones a flor de piel. Por ello es importante que tomes nota de los siguientes puntos para que esta experiencia sea doblemente inolvidable.
En toda boda se debe ser realista, pero si estás embarazada, con más motivo. No te engañas y pide ayuda! Y no solo a la hora de ir de un lugar a otro a ver, revisar o a recoger cosas, sino de planificar, de contratar, llamar y alquilar.
Antes de nada, elabora un calendario en el que se complementen las diferentes etapas del embarazo con la planificación de la boda. Es la mejor forma de cuadrar todo y de no perder detalle del cumplimiento de cada estadio del proceso. En este calendario, coloca metas asequibles en las que se tengan en cuenta el presupuesto con el que cuentas, el tiempo libre del que dispones en caso de que estés trabajando y cuántas personas pueden ayudarte.
Aunque la boda es importante, el pequeño que está en camino y tú lo sois mucho más, por lo que no debes descuidar tu salud en absoluto. Para ello, la contratación de profesionales que gestionen toda la boda, así como la ayuda de tus allegados es clave, pues reduciría el estrés que pudieras sufrir y perjudicarte de cara al embarazo.
Por otro lado, aprende a relajarte en el día a día, acude a clases de meditación o a las de yoga o de pilates que se dedican especialmente a mujeres embarazadas. En ellas, además de trabajar todas esas disciplinas, podrás centrarte en ejercicios muy concretos para mujeres en este estado. Este tipo de prácticas ayudan a acabar con el estrés y a gestionar el humor, el cual puede sufrir con los cambios hormonales y con la difícil gestión de todos los acontecimientos que están por venir. Y aunque te centres en otros ejercicios, no debes dejar de hacer deporte y de mantener la buena forma con ejercicios adecuados para mujeres embarazadas.
El vestido. Que nadie te presione con que el vestido debe ser holgado. Tienes que llevar lo que tu quieras y con lo que más cómoda te sientas. Eso sí, te sugerimos que, en cuanto al calzado, apuestas por un tacón bajito e, incluso, unos zapatos planos. Evitarás cansancio y tener las piernas y la espalda resentida.
La recomendación es que no lleves un calzado demasiado alto para la ceremonia e incluso cuentes con algo más cómodo para la fiesta.
La comida y la bebida es clave en este sentido, ya que cambia en muchos matices cuando se da esta situación.
Por ello, en esta boda, y en general en todas, debería haber opciones especiales para las mujeres embarazadas. Entre ellas, delicias que huyan de los pescados y carnes crudos y bebidas apetecibles sin alcohol. En este sentido, dispón combinados y cócteles libres de alcohol que estén trabajados y puedan añadir la originalidad que normalmente tiene ese tipo de bebida alcohólica.
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