En invierno la comida fría no es de lo más esperado. Tampoco en un casamiento. Las sopas crema y las bebidas calientes son muy reconfortantes. Por otro lado, aunque un postre helado sea bastante atemporal, una porción de torta de bodas que suba la temperatura del cuerpo junto con un aromático café no será aquella torta helada, preferida en celebraciones de verano y soleros o vestidos de fiesta cortos.
Los blancos tradicionales o rosas pálidos que imitan los vestido de novia con encaje, drapeados o lazos son los tonos que predominan en imágenes de tortas de bodas de invierno. El chocolate fundido es una opción más para invierno. Las ramas y bayas son los elementos de la naturaleza que mejor combinan, dado que las flores no abundan en esta época.
Capas de bizcochuelo intenso y rellenos potentes conservan mejor su humedad con coberturas de fondant, de texturas pulidas. El frosting de queso crema, un tipo de glaseado muy práctico para cubrir tortas especiadas y cupcakes, es ideal para cualquier época del año. La crema chantillí es perfecta para trabajar en ambientes fríos, por lo cual también será de las elegidas para pasteles de invierno.
En invierno la torta no estará tan supeditada al clima reinante. Por eso suele ser un concepto de bodas con mayor apertura a los diferentes rellenos y coberturas. Hay rellenos que no necesitan tanto frío y son perfectos para saborear la torta a temperatura ambiente, por ejemplo, ganache de chocolate, merengue suizo, dulce de leche, buttercream o mermeladas, etc.
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