Los fumadores suelen reunirse a la entrada del recinto destinado a la ceremonia o al banquete, y muchos de ellos evitan entrar al interior o retrasan la entrada para quedarse en la calle fumando un cigarro. Presenciar la ceremonia y entrar directamente al salón destinado al cóctel o al banquete te evitarán el mal trago de ver fumar a los demás.
Busca cosas que hacer cuando aparezcan las ganas de fumar. Sabes que durarán poco, así que puedes aprovecharlas para ir a saludar a alguien que no esté fumando, para felicitar a los novios.
Si estás dejando de fumar, acudir a la ceremonia te librará de pasar un mal rato y será bien visto por quienes te han invitado. Durante las comidas, cenas o copas no te unas a los grupos de fumadores y aprovecha para conocer gente nueva, invitar a bailar a esa persona que te ha llamado la atención desde el principio o para descubrir cuál es la mesa de los solteros si no tienes pareja.
Si hay algún truco al que acudes en tu vida diaria cada vez que aparece la ansiedad, no te olvides de llevarlo contigo. Es la única manera de evitar fumar en una boda. Por ejemplo, si sueles sustituir el gesto de tener un cigarrillo en la mano por un boli, una rama de canela o cualquier otra cosa que te reconforte, llévalo contigo. Si comer un caramelo o masticar un chicle te sirven como recurso, no te olvides de meterlos en el bolso. Así podrás acudir a tu kit de ayuda cuando sea necesario, etc.
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