La boda es un celebración muy especial, un día inolvidable en el que celebramos la alegría del amor que sentimos por otra persona ante todos nuestros seres queridos. Así que cumplir 25 años de ese gran día, es mucho más especial todavía.
Hoy en día cumplir 25 de matrimonio es considerado por muchos toda una hazaña, pero sin duda es un síntoma inequívoco de que el amor que uno día te unió a otra persona es firme como un roble y ha crecido y se ha fortalecido con los años, dando lugar a nuevas ramas y nuevas alegrías.
Hay que celebrar por todo lo alto amor duradero, y lo mejor es que al cabo de 25 años ya estamos libres de las convenciones sociales y podemos hacer una ceremonia de renovación de votos a nuestro gusto, con todos los detalles y los caprichos que quizás en la primera vez no pudo cumplir, y organizarlo todo de manera mucho más relajada que la de la primera boda.
Regreso al pasado! para la ceremonia, lo ideal es que tenga lugar en el mismo lugar donde os casasteis la primera vez tanto si la ceremonia fue, religiosa o fue civil. Si no fuera posible, elige un entorno pasado o que tenga algún significado especial para la pareja: el lugar donde le pediste matrimonio, donde os visteis por primera vez o donde tuvisteis vuestra primera cita…
Invitados más selectos: en las primeras bodas, el número de invitados puede superar fácilmente los 200. Las bodas de plata son más íntimas y familiares, te recomendamos que la lista de invitados sea selecta, no invitas por compromiso, invita a los que realmente quieres, los que están más cerca de ti.
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