Las que más abundan en invierno, son muchas las flores que se dan en todas las estaciones, pero en invierno como tal, serían los narcisos, los helleborous, los muscaris, o la mimosa, aunque cada vez son más las flores que se adelantan a su fecha real de floración.
A día de hoy se lleva mucho el colorido. Mezclar diferentes tonos puede quedar espectacular siempre y cuando se haga una buena elección del tipo de flor. Para las próximas bodas apostaremos por el verde, creando auténticos bosques en el interior del lugar de celebración.
Es importante tener en cuenta es la época de cada flor, pues tendrán su mayor esplendor en su temporada.
A la hora de escoger las flores para decorar las mesas donde se servirá el almuerzo, por ejemplo, es importante que las que elijamos no tengan olor, para no desvirtuar el sabor de los platos que componen el menú.
Que elijan opciones con una altura que no interfiera la vista de los comensales. Otro punto a tener en cuenta es adecuar la decoración floral al tamaño de las mesas.
Tambien es importante una cierta relación entre las flores que decoran la iglesia y el lugar de celebración. Aunque no sean necesariamente las mismas, ni el color tampoco, sí creo que se debe mantener el mismo estilo en ambos lugares.
Si la ceremonia es religiosa, son aconsejables las flores blancas.
No necesariamente, hay iglesias que, bien porque son muy recargadas en sí, o bien por su oscuridad, tamaño te piden mucho color.
Las flores siempre suman, una boda llena de elementos vegetales siempre será recordada por todos los invitados, cualquier flores si es de temporada y les gusta a los novios, será perfecta..
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