El mundo color de rosa no existe. Y aunque la boda haya sido como de un cuento de hadas, la vida en su realidad no será tan medida y perfecta a detalle.
Seguro no te casaste con un príncipe azul. Créenos, cuando conozcas sus verdaderos colores en la convivencia, sabrás perfectamente a quien le diste tu sí, acepto para siempre.
Habrá momentos en los que querrás irte. Cuando llegue esa etapa, siempre piensa por qué decidiste entregarle tu vida a él desde el inicio.
Vas a pasar por unas crisis muy fuertes. No te preocupes, todo los hará más fuertes.
Van a caer en la rutina y, en serio, no pasa nada.
También te casas con la familia, así que no está de más que convivas con sus papás y los miembros más cercanos a él. De hecho tendrás que hacerlo.
Por más que quieras mantener la paz, habrá momentos en los que seguro van a discutir.
Tendrás que compartir todo. Ahora, todo lo suyo es tuyo, y viceversa.
Aunque no lo creas, no lo necesitas. Tu esposo no es quien te construye, sino quien te complementa.
Habrá momentos en los que no quieras estar con él, y se vale hacer plan sola.
Elige bien tus batallas. No todo merece un enojo o un regaño.
Te vas a decepcionar de él en algún momento. Pasa y es normal, pero tú decides cómo superarlo.
Una vez que pierdan la confianza entre ustedes, seguro les costará trabajo retomarla. Es como una hoja en blanco: una vez arrugada, ya no hay forma de que quede igual.
Tú también tienes defectos, y él no siempre podrá ser el malo de la película.
No pueden dejarse de ver como novios.
No te puedes ir a dormir enojada con él.
Nunca pienses que poner un ultimátum es la mejor decisión.
Más allá de las palabras están las acciones. Recuérdalo.
No existe nada que no se pueda superar.
No siempre tendrás la razón. Pesa, pero es la verdad.
La opinión de su familia es solo una opinión. Al final, ustedes deciden qué camino darle a su relación.
Concéntrate en las pequeñas cosas que te dan felicidad.
No lo vas a cambiar. Nunca.
Él también necesita que lo cuides y lo consientas.
A veces también es bueno disfrutar los silencios.
Nunca dejen de hacer lo que les gusta hacer.
No se olviden de lo esencial! son un equipo y siempre lo serán.
La comunicación es de dos, no solo es responsabilidad de uno.
Puede ser que seas quien más quiera en tu relación, y sabes que eso está perfecto.
El amor es una decisión.
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