Con un estilismo particular y muy simpático, los pajes y las damitas son los niños que acompañan a los novios en la entrada nupcial. Aportan ternura, alegría y vitalidad. Las fotografías de la ceremonia con los niños serán insuperables.
Cuando los vestidos de novia eran muy pesados, los pajes y las damitas eran los encargados de aliviar el transitar de la novia. Con el paso del tiempo, los vestidos se volvieron mucho más ligeros y los niños cumplen otras funciones, sin dudas muy simpáticas. Hoy en día la costumbre aporta el toque de ternura y gracia y un bullicio fresco que imprime alegría en las ceremonias.
Los pajes y las damitas son los niños que van a abrirles paso a los novios en su camino hacia el altar. Es una costumbre europea pero con el tiempo, el aporte de ternura y la simpatía que generan entre los invitados, este formato de cortejo nupcial se va echando raíces en países latinoamericanos.
Además de anunciar la llegada de los novios o llevar las bolsitas de arroz, los niños y las niñas pueden entrar de formas diferentes. Eso es lo que les otorga aún mayor magia. En un casamiento al aire libre, surge la idea de ir tirando pétalos de flores o cargar un letrero simpático, mucho más en las bodas civiles.
Aunque es una costumbre bien europea, se va trasladando a otros continentes debido a la simpatía y el espíritu jubiloso que genera el grupo de niños en la ceremonia. Pueden elegir entre las personitas más cercanas a la pareja, primos, sobrinos, ahijados, hijos de los amigos, que idealmente tengan entre 3 y 9 años. Lo ideal es un número par hasta seis, para que vayan en pareja. También puede ser solo un niño.
Los pajes y las damitas pueden ingresar portando un cartel con el anuncio de la llegada de los novios, globos o un globo gigante si es un niño solo, acompañados por la mascota, utilizando carretillas vintage decoradas para llevar a los más chiquitos o trasladándose en triciclos o transportes similares.
En otras latitudes, donde la costumbre del cortejo infantil está bien arraigada, las arras matrimoniales toman un significado especial en el rol de los niños, quienes son los encargados de llevar en una cesta las 13 monedas que simbolizan el deseo de vida en común y prosperidad compartida para los novios. El sacerdote las bendice y se las entrega al novio, quien completa el ritual de intercambio con la novia, pronunciando cada uno sus votos.
Los niños simbolizan la continuidad de la vida, el futuro, la vitalidad. Es un buen augurio para los novios. Además del rol principal, pueden portar las alianzas de matrimonio, una canastitas con arroz o pétalos, realizar algún tipo de ofrenda o entregar las arras al sacerdote.
Los niños deben sentirse cómodos, siguiendo el estilo de la boda, evitando siempre repetir el vestuario de los novios. Es interesante prestar atención a los colores claros y neutros y a la similitud de las prendas. El vestuario no tiene que ser exactamente igual en todos los niños, pero lucen mucho mejor cuando se repiten patrones y tonalidades, etc.
Lo más lógico sería elegir un sitio al aire libre, don...
Muchas son las parejas que por primera vez van a pasar la Navidad sin el re...
Ha llegado el momento de hablar sobre uno de los temas que más preoc...