Una boda del siglo XXI se destaca por la utilización de brillo, luces, tecnología y detalles que ayudan a preparar una fiesta moderna y divertida sin caer en los excesos de estilos.
Durante los preparativos, lo primero que se desea es tener una fiesta inolvidable para todos. Por lo tanto, es necesario poner dispositivos en acción y comenzar a proyectar. Invitaciones, decoración, recuerdos y muchas sorpresas son posibles con creatividad.
Para la decoración no pueden faltar los arreglos luminosos en una boda del siglo XXI. Es importante no excederse y colocar luces en cada elemento. La idea es mostrar una tendencia moderna, pero sin buscar un contexto de un viaje al futuro.
Una buena conjunción de estos arreglos luminosos con flores con jarrones imponentes en vidrio y telas crea un ambiente realmente moderno y elegante. Los colores más apropiados son en la gama de blancos y plata.
La utilización de globos o linternas chinescas ayudan a generar un ambiente más misterioso y resalta el lugar. Lo importante es combinar todos los elementos con gusto y resaltar unos con la luz de otros.
Las invitaciones a una boda del siglo XXI se convierten en mensajes de lo más originales y con múltiples posibilidades de realización. Una vez elegida la fecha y la información que irá en las mismas, solo resta optar por la impresión y distribución.
Muchas empresas cuentan ya con la tecnología para fusionar la realidad con lo virtual. Entonces, se envía a los invitados una tarjeta que se conecta a sus dispositivos y aparecen los mensajes grabados de lo novios. Más distendida, divertida y personal.
En una boda del siglo XXI, los centros de mesa toman una relevancia fundamental. La mayoría opta para objetos que destaquen por su tamaño y color con el resto de la mesa. Así, jarrones altos rellenos con frutas, luces o flores de tallo largo hacen una mesa original, etc.
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